lunes, 3 de enero de 2011

Ruby Rodriguez asume alcaldía de Piura, una ciudad "abandonada, sucia y desordenada".

La nueva alcaldesa de Piura juramentó, asumiendo así uno de los retos más grandes y complicados que la historia de nuestra ciudad recuerde. "Sé que hay desconfianza y lo comprendo, pero no los vamos a defraudar" expresó, afirmando su compromiso con la ciudadanía garantizando un principio de servicio constante.

Rodriguez de Aguilar recibe una ciudad con problemas tan complejos como  el desorden del transporte público, la pobre y casi colpasada infraestuctura de servicios básicos, la inseguridad ciudadana, el problema hasta ahora no resuelto del complejo de mercados, entre los más urgentes.

Así mismo, tendrá que lidiar contra una casi nula confianza de la población en las autoridades, relación deteriorada por la omisión constante de gestiones anteriores ante las problemáticas de la ciudad, y por las ya comunes denuncias de corrupción en los diferentes programas, dependencias y obras municipales.

Parte de su compromiso incluye proyectos como el tratamiento de desechos sólidos y aguas residuales, el terminal terrestre, construcción de pistas y varias obras de infraestructura que Piura necesita. Ruby reiteró que si en 100 días, sus funcionarios no cumplen las metas establecidas, serán reemplazados inmediatamente.
Como parte emotiva de su discurso, recordó a su fallecido esposo José Aguilar a quien honrará a través de su gestión, que tal como manifestó "trabajará las 24 horas".

A la ceremonia de proclamación asistió el presidente regional, Javier Atkins, acrecentando con ello los rumores de una posible alianza entre el movimiento O+O y el partido aprista con miras a las elecciones generales del 2011.

Esperemos que en esta nueva etapa, que seguramente tendrá que estar copada de cambios drásticos, de la mano del trabajo de profesionales que puedan resurgir la ciudad, Piura renazca casi de las cenizas que han dejado autoridades que no supieron preocuparse por ella, se olvidaron de la población a quien debían de retribuir la confianza puesta en ellos y que poco o nada hicieron por dar a la ciudad el avance y bienestar que merece.

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