lunes, 27 de diciembre de 2010

Ampliar los programas para reducir el alto desempleo existente entre los jóvenes latinoamericanos y caribeños debe ser una prioridad para los gobiernos, coinciden expertos, sindicalistas y funcionarios reunidos en la capital chilena.

"América Latina y el Caribe están en un momento clave. Es necesario que se actúe con cierta rapidez", articulando sus políticas de desarrollo de la juventud, dijo a IPS el español Guillermo Dema, especialista en Trabajo Infantil y Empleo Juvenil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Se calcula que la cantidad de jóvenes latinoamericanos entre 15 y 24 años ya suman este año 104,2 millones. "Nunca ha habido tanta población joven en la región ni nunca habrá otro porcentaje igual, alertó este experto que participa en la 17 Reunión Regional Americana de la OIT que finalizó el viernes en Santiago de Chile.

Por otra parte, la mayoría de quienes sí trabajan lo hacen en condiciones precarias, es decir, de manera informal o con contratos temporales, sin acceso a la seguridad social y con bajos salarios.

Otro dato preocupante es que 18 millones de jóvenes, cerca de 20 por ciento del total de la región, no estudian ni están en el mercado laboral. La mayoría son mujeres que se dedican a las labores domésticas, lo cual está relacionado con los altos índices de maternidad adolescente, especialmente en los sectores pobres.

Los distintos actores coinciden en que el principal desafío es mejorar la calidad y pertinencia de la educación que reciben los jóvenes, tomando como referencia las necesidades del mercado laboral. También urge retenerlos en las aulas.

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