lunes, 27 de diciembre de 2010

El caso Comunicore destapó una caja de Pandora. La Fiscalía investiga una red de “proveedores fantasmas” en las municipalidades del Callao, San Miguel y Cajamarca, que cobraron más de un millón de soles en servicios que ellos nunca prestaron.

La red se hizo evidente a partir de las declaraciones de la mayoría de los 50 pobladores de los pueblos jóvenes La Libertad y La Balanza, en Comas, y de Enrique Milla Ochoa, en Los Olivos, que fueron utilizados para retirar 16 millones de soles del pago que la Municipalidad de Lima hizo a Comunicore.

Estas personas declararon que cobraron más cheques de los que emitió Comunicore, a pedido de Joule Handi Vila Vila, por lo que recibían una propina y los pasajes. Previamente, le habían entregado a dicho personaje sus documentos personales, para que les tramite el RUC y la “Clave Sol”.

Fue entonces que al contrastar sus nombres en la Sunat y el Registro Nacional de Proveedores del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado, OSCE, apareció que eran proveedores del Estado en diversos servicios.

Una búsqueda preliminar estableció que desde el 2005 hasta el presente año han cobrado un millón 390 mil soles, en contratos de servicios, con las municipalidades del Callao, San Miguel y Cajamarca, según consta en la denuncia del caso Comunicore, a la que tuvo acceso La República.

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